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Mari Juli ha pasado varias décadas en este puesto.
"Con 65 años creo que ya soy merecedora de un descanso"

"Con 65 años creo que ya soy merecedora de un descanso"

Mari Juli Pérez Sánchez se jubila tras pasar gran parte de su vida en su establecimiento de loteríay prensa de la avenida Constitución

PPLL

Jueves, 27 de octubre 2016, 09:53

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Mari Juli Pérez es una de las vecinas populares de la localidad. Durante años ha sido la vendedora de lotería y prensa, en su establecimiento de la avenida Constitución. En junio, tras cumplir los 65 años, decidió que ya era el momento de descansar tras muchos años de trabajo. Optó por jubilarse para invertir su tiempo en hacer cosas que le gustan, entre ellas, viajar.

- ¿Se jubiló por algún motivo?

Nací en 1951 y ya tengo los 65 años. Estaba deseando jubilarme. Soy de una generación de currantes. Estudié hasta el Bachiller, en un colegio religioso en Cabezuela del Valle. He hecho de todo desde que era joven, vendía las igualas de Don Ángel el veterinario, he sido telefonista y trabajé en el quiosco de mi padre en la plaza del Ayuntamiento en el que se vendía de todo, navajas, relojes, revistas, de todo un poco. Pero cuando él murió con 47 años al poco tiempo nos trasladamos a nuestra casa y aquí abrimos el negocio los cinco hermanos, y aquí sigue. Mi madre viuda era encargada de la Telefónica, por aquel entonces se manejaba todo con clavijas, era la que daba las entradas y salidas a las llamadas. Ahí también trabajé yo, había gente que nos decía cosas muy graciosas. Y así estuvimos hasta que se automatizó todo. Dos de mis hermanos terminaron trabajando en Telefónica a raíz de esto.

- Su establecimiento es el único sitio en el que se podía probar suerte. ¿Cómo ha evolucionado la lotería?

Todo ha cambiado mucho, ahora se juega mucho más que antes. Antes sólo eran quinielas de fútbol, luego entró la Primitiva y muchos más sorteos y era ya más atractivo.

- ¿Ha dado muchos premios en todos estos años?

Hemos dado algunos importantes, y muchos pequeños. Hay muchos de los que ni te enteras a quienes les han tocado. Hay gente que no quiere darlo a conocer y a otras que no les importa. Una vez me encontré con una señora y me comentó que a un familiar le habían tocado unos millones de pesetas, y justo me encontré con el premiado pero no me dijo nada. Ella me lo había dicho de buena voluntad, pero se arrepintió cuando vio que él no quería que nadie lo supiera. Y evidentemente yo no dije nada. Hace poco di un premio de 3.000 euros y el señor estaba contento, quería saber en ese momento lo que le había tocado cuando le dije que era un premio superior y que lo tenía que cobrar en una entidad bancaria. Hay mucha gente a la que les gusta los números terminados en cinco, o números mágicos como el 13, y como hay tantos que apuestan por ellos, si toca el premio es más reducido.

- ¿Le ha tocado alguna vez un premio?

Nunca me ha tocado nada gordo, una vez me tocaron cinco números en la Bonoloto de 600 euros. Pero siempre me ha gustado probar suerte, he jugado con clientes a medias, y sigo haciéndolo en una peña aunque ya estoy jubilada.

- También ha vendido prensa y libros

Me ha gustado mucho vender prensa más que sardinas (ríe). Leer también me encanta y he disfrutado leyendo la prensa cada día. Han sido muchos los periódicos que he vendido y que ya han desaparecido en todos estos años. Estaba Nuevo Diario, El Sol, Pueblo, El Alcázar, Ya, La Codorniz y muchos otros de los que aún tengo un ejemplar guardado de recuerdo. También había revistas como El Ama, Dígame, o Triunfo y Tiempo de política.

- Ha dedicado muchas horas a este puesto de trabajo, donde se abre de lunes a domingo, ¿cómo lo ha llevado?

Es un trabajo muy atareado. Como autónoma no podía estar mala, he faltado en muy pocas ocasiones. Tenías que madrugar para repartir la prensa por el pueblo. Luego abría la tienda por la mañana hasta mediodía, y luego por la tarde hasta las nueve de la noche. Hasta hace poco tiempo también lo hacía por la tarde los sábados y domingos, pero ya tomé la decisión de no hacerlo. Eran todos los días del año porque el domingo se vendía mucha prensa y llegaban promociones. Ahora este puesto lo ocupa mi sobrina Teresa.

- ¿Cómo le ha sentado la jubilación? ¿A qué va a dedicar ahora su tiempo?

La he empezado mal porque estuve en Madrid y me caí y me partí el radio, así que estoy escayolada. Pero en cuanto pueda pienso viajar, dedicarme a arreglar mi casa, hacer cursos que me gusten, de fotografía o lo que surja. Y saldré a pasear con mi perro que siempre me acompaña. La verdad que hemos sido una generación de currar mucho. Creo que ya soy merecedora de un descanso.

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