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Dos vecinos posan y saludan a uno de los bujacos .
Los bujacos están por todos lados

Los bujacos están por todos lados

La iniciativa de exponerlos en las calles ha sido del casareño Basilio Ronco, quien quiere que la tradición de antaño se recupere

Lucía Campón Gibello

Miércoles, 22 de febrero 2017, 21:19

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Desde ayer los tradicionales bujacos hacen acto de presencia en la localidad. Dan los buenos días y las buenas tardes a quienes pasan por el Ejido de Abajo, por el Paseo de Extremadura o el Reloj de la Charca. Están por todos lados. Y llaman la atención de quienes caminan por las calles, o de los conductores que fijan su mirada en estos peculiares muñecos protagonistas en las fiestas del Carnaval.

La idea de sacarlos a la calle ha sido del vecino Basilio Ronco, quien ha sentido especial admiración por estos muñecos desde que era niño. Antiguamente los bujacos se sacaban a la puerta de las casas después de la festividad de San Blas y la gente los quedaba hasta que pasaban las fiestas del Carnaval, es una tradición que se perdió hace muchos años y que me gustaría que se recuperara, explica. Lo poco que sabe de los bujacos de antaño se lo han ido contando las personas más longevas del municipio. Las vecinas salían a la calle a coser y se sentaban junto a este muñeco tan típico a pasar el rato.

Con el paso de las décadas los muñecos quedaron en el olvido, hasta que hace unos años volvieron a resurgir del anonimato. Según este joven, poco se sabe del origen real de los bujacos, ni tampoco el significado de festejar la boda durante el Carnaval. Sin embargo, hay quienes recuerdan cómo se quemaban el mismo día del entierro de la sardina, tras disfrutar de unos días de jolgorio.

Hace unos años Basilio acompañado de un grupo de amigos solicitaron al que en aquel momento era alcalde, Juan Andrés Tovar, recuperar esta tradición y hacer un desfile con los bujacos. Esa iniciativa hizo resurgir la figura de estos muñecos que suelen vestir con distintas prendas y son portados de un lado para otro. Los años siguientes fue el Ayuntamiento el que se encargó de popularizar de nuevo a estos protagonistas, y en los últimos años se le ha dado más importancia a su presencia. De hecho se premia a los grupos que mejor incorporación de bujacos realicen tanto en la muestra de murgas como en el desfile de comparsas.

La intención es volver a las décadas pasadas, que las familias casareñas se impliquen para recuperar lo que vivieron sus antepasados con la presencia de estos muñecos. Por el momento, los bujacos estarán presentes en distintos lugares del municipio durante estos días. Los de este año son coquetos, a la vez que extravagantes. Cambian de ropa durante el día. A la gente le está llamando mucho la atención y contactan conmigo incluso para darme ropa que estoy aprovechando para ponerles cada día, cuenta Ronco.

Es algo que he querido hacer desde hace tiempo, y este año ya ha sido el definitivo, me daba miedo lo que pudiera pensar la gente, pero están siendo bien acogidos y la gente se echa fotos con ellos, relata. Hay a quienes la presencia de estos personajes, cuyo cuerpo están rellenos con avena, les intimida. Se podría decir que les asusta. Pero son amables, permanecen quietos en el lugar hasta que su dueño los cambia. Los bucajos también han servido en años pasados a los jóvenes para gastar bromas entre amigos. Muchos de los casareños recuerdan anécdotas, como la de sentar al muñeco en la puerta de la casa de un amigo y aguardar su llegada a casa.

El viernes estos populares personajes estarán sentados en la plaza del Ayuntamiento, alrededor de una mesa camilla, jugando a las cartas. Y el sábado acudirán al mismo lugar ataviados con refajos. Los de Basilio no serán los únicos bujacos protagonistas estos días. Él mismo ha ayudado a elaborar cuatro más para que desfilen junto a otros grupos de jóvenes. Los de la Universidad Popular serán los que tengan la tradicional pedida este viernes tras la actuación de las murgas, y el domingo se hará la boda en la plaza del Ayuntamiento.

Más que intimidar, se pretende que los tradicionales bujacos decoren las calles y roben sonrisas a quienes se los topen estos días.

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