Lucía Campón Gibello
Jueves, 29 de junio 2017, 20:47
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Cinco niños saharauis disfrutarán de dos meses de estancia en la localidad este verano. Ayer llegaron los tres primeros menores, y en los próximos días viajarán hasta Casar de Cáceres dos más. Cuatro de ellos repiten experiencia con sus mismas familias de acogida de años pasados.
En total 180 niños forman parte del programa Vacaciones en Paz en la región, aproximadamente una veintena menos que el pasado año. Hay niños que antes de coger el avión cambian de opinión y deciden quedarse con sus padres y no viajar a España, explica Paco Galán, integrante de la directiva provincial y local del colectivo saharaui.
El traslado se realizó ayer desde el aeropuerto de Sevilla. La llegada tuvo lugar a mediodía en la casa de cultura. Allí fueron recibidos por el alcalde Rafael Pacheco y sus familias de acogida. Caras de felicidad porque saben que llegan a hogares que les acogen con los brazos abiertos.
La hermana de Mahmud, el niño que durante este año residía en casa de la casareña Juani Vaquero gracias al proyecto Madrasa, tenía que haber llegado ayer también al municipio. A casa la misma casa donde su hermano es acogido desde hace varios años. Pero un problema con los papeles la ha llevado hasta Murcia. La hemos reclamado para que venga aquí pero no ha sido posible porque allí ya tiene también familia, lamenta Galán.
Mahmud, en cambio, regresó hace unos días a los campamentos para disfrutar el verano con su familia biológica. En otoño regresará para continuar sus estudios en la localidad.
Los niños disfrutarán este verano de distintas actividades lúdicas, seguirán perfeccionado el español, y compartirán la cultura con las familias que le han vuelto a abrir sus puertas este año.
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