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Martes, 14 de noviembre 2017, 09:08
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Los trabajos para la mejora de la ermita de San Bartolomé, del siglo XVII, comenzaron hace unos días. La remodelación consiste en el revoco de sus paredes con el fin de subsanar las humedades que este edificio presenta desde hace tiempo.
Se trata de una construcción de una sola nave, dividida en cinco tramos, y que está realizada de mampostería y con pilares de cantería. Según explica el párroco, Luis Vidal, los problemas de humedad eran ya importantes por lo que se van a sanear las paredes. Asimismo se actuará sobre los arcos que estén afectados por esta problemática. La intención es la colocación de canalones para evitar que vuelvan a surgir nuevas zonas húmedas.
Otra de las actuaciones que contemplan esta reforma es la ampliación del presbiterio. Se va a hacer más ancho para darle mayor espacio a la zona del altar, más elegancia, será una tercera parte más grande de lo que es, aclara Vidal. En las paredes donde sea posible, se empotrará el cableado que, a día de hoy, está aún visible.
Igualmente se realizarán algunos trabajos de mejora en la sacristía y se remodelará la puerta de madera principal. Las obras, con las que se pretende preservar el patrimonio arquitectónico de la localidad, serán ejecutadas por empresas locales, y los gastos serán aportados por la parroquia.
En esta ermita sólo se celebran misas los domingos por la mañana, que de momento quedan suspendidas.
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