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La familia Ánimas, presentada al concurso por el colectivo Adiscasar. UU.PP.
Los bujacos casareños, muñecos que sin hablar lo dicen todo

Los bujacos casareños, muñecos que sin hablar lo dicen todo

Medio centenar de bujacos están repartidos por distintos puntos de la localidad, y se bate récord de participación en el concurso

Miércoles, 19 de febrero 2020, 22:36

Por parodias y homenajes que no sea. En las calles de Casar de Cáceres nunca ha habido tantos bujacos como este año. En total, medio centenar de muñecos, elaborados con distintos materiales, saludan y sorprenden a los vecinos desde el pasado lunes.

Hoy ha comenzado la tercera edición del concurso organizado por la Universidad Popular, a la que han concurrido 20 participantes, pese a que algunos de ellos han presentado más de dos bujacos.

Las estampas se han repartido por distintas calles, plazas y rincones, y sus protagonistas no ha dejado indiferente a nadie. La gente ha salido a pasear para no perder detalle. Muchos han hecho el recorrido de los distintos escenarios siguiendo el plano de los organizadores.

Todos con sus nombres, inusuales, se han exhibido ante la atenta mirada de los curiosos. Anastasio, Rumualda y Artura la barbi geriátrica estaban junto al Centro de Día. Sus trabajadoras y usuarios han sido los encargados de recrear a dos ancianos y su cuidadora, participando por primera vez en este concurso. Lo mismo han hecho los integrantes de la asociación del pensionista con otra pareja, en la puerta de su sede.

Honorio y sus niños, el agente y el cabo de la policía, y los usuarios del centro de día con su cuidadora. UUPP
Imagen principal - Honorio y sus niños, el agente y el cabo de la policía, y los usuarios del centro de día con su cuidadora. UUPP
Imagen secundaria 1 - Honorio y sus niños, el agente y el cabo de la policía, y los usuarios del centro de día con su cuidadora. UUPP
Imagen secundaria 2 - Honorio y sus niños, el agente y el cabo de la policía, y los usuarios del centro de día con su cuidadora. UUPP

La Pola, Prado la Cartera, Teofilo y los niños Pinturrin y Rasputin elaborados por los Pisos Tutelados causan gran expectación en la plaza del Ayuntamiento. «Están todos muy bien pero la Pola está auténtica», se escucha hoy por todos lados. Y es que, gracias a este concurso, la popular vendedora ambulante que falleció hace ya ocho años, ha vuelto a revivir para los casareños. Todos la recuerdan sentada junto a los soportales, con su pequeño puesto de venta de tabaco y chucherías. Y así lo han escenificado las trabajadoras y usuarios de los pisos tutelados para el disfrute de los vecinos.

En la Plaza de la Llanada un músico, una bailarina y un niño con un casete de música animan el monumento a las Ánimas Benditas. Este año esta cofradía con siglos de historia ha sido también parodiada por el colectivo Adiscasar, que en la puerta de su sede ha expuesto al mayordomo con su capa, a la mayordoma con mantilla y un niño que les acompaña en la Mesa del Ramo, donde los productos típicos no faltan. Esta mañana los tres han visitado la Diputación cacereña para asistir a la presentación del programa del Carnaval junto al acalde y sus concejales.

En el recorrido por el Paseo de los Pescadores más vale ir con precaución estos días para no ser cazados por el agente Tonino y el Cabo Marcelino, que se han empeñado en sacar el radar móvil para fotografiar a los que circulen a más de 20 kilómetros por hora. A lo lejos un pescador y su acompañante disfrutan de una mañana en la Charca, aunque no saben que con el agua gélida pocas tencas podrán llevarse a casa.

Matrimonios vestidos de trajes típicos, otros que ven pasar las horas en las puertas de sus casas, o quienes van a la frutería, provocan admiración y sonrisas de los viandantes.

Prado la cartera, niños de la escuela infantil Zarapico y un abuelo paseando a su nieta. UUPP
Imagen principal - Prado la cartera, niños de la escuela infantil Zarapico y un abuelo paseando a su nieta. UUPP
Imagen secundaria 1 - Prado la cartera, niños de la escuela infantil Zarapico y un abuelo paseando a su nieta. UUPP
Imagen secundaria 2 - Prado la cartera, niños de la escuela infantil Zarapico y un abuelo paseando a su nieta. UUPP

Los bujacos rinden homenaje a mucha gente, y este año de forma muy especial a Honorio Pacheco, un casareño que durante años disfrutó sacando a los muñecos a la puerta de su casa. Esta vez sus nietos han querido recordar su pasión por esta tradición convirtiéndolo a él mismo en un bujaco, relleno de alambre y paja, y rodeado de niños que junto a él aprendían las letras más divertidas para estas fechas del Carnaval. Una pareja que llega a Casar mira a este hombre, que con tambor en mano, anima estas fiestas.

En el Paseo de Extremadura transitan estos días Gregorio y su nieta Priscila. Él la empuja en su triciclo. Ella feliz disfruta de sus ratos con su abuelo, quien tanto cariño le regala cada día. Con esta pareja se rinde homenaje a todos los abuelos que a diario cuidan y dedican tiempo a sus nietos.

Algunos jóvenes haciendo gimnasia también decoran estos días las calles. Dentro de la escuela infantil Zarapico, una pareja de niños saca sonrisas a quienes a diario asisten a esas aulas.

Son muñecos que sin querer te miran, y sin hablar lo dicen todo. Se apropian de las sonrisas ajenas y asustan si no esperas encontrarlos en los lugares donde están. Son bujacos que anuncian, sin más, la llegada del Carnaval.

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