El Cristo de la Peña saldrá en su Vía Crucis este Miércoles Santo si la lluvia no lo impide

La Hermandad del Cristo de la Peña tiene todo a punto para vivir mañana su noche grande. Los hermanos confían en que las previsiones de lluvia no se concentren a la hora de salida de la iglesia.

Si el tiempo acompaña, el Cristo, que lucirá sobre su nueva Cruz de madera, recorrerá a partir de las 22.00 horas varias calles de la localidad. En concreto pasará por las calles Iglesia, El Santo, Ejido del Santo para enlazar con la calle Larga Alta, Plaza del Ayuntamiento, Avenida Constitución, Parras, Gabriel y Galán y nuevamente en la calle Iglesia.

En caso de que la lluvia impida la celebración de este encuentro, la Hermandad tendrá previsto un plan alternativo. Esta noche se están encargando de colocar la decoración floral al paso y darle los últimos retoques para que luzca perfecto el Miércoles Santo.

La Agrupación Musical Nuestra Señora de La Paz de Mérida será la que acompañe al Cristo en esta ocasión por las calles de la localidad.

La misma incertidumbre por la lluvia hay para la procesión de La Pasión de Jueves Santo. La Cofradía de la Vera Cruz se reunirá mañana para tratar sobre los últimos detalles. «Si hay previsión de lluvia para esa hora o está lloviendo no podrán salir las imágenes», adelantan. Pero habrá que esperar a que se acerque ese momento para tomar decisiones.

Por el momento tratan de que todas las imágenes tengan los brazos ocupados. Para la Oración en el Huerto, para la que se han prestado voluntarios 16 personas, algunos de ellos menores, se buscan cuatro costaleros más que ayuden a llevar el paso. Se trata de una de las imágenes con las andas más pesadas y quieren aliviar la carga de quienes han pujado por ella. Igualmente, para La Columna, que reservaron dos casareñas en la puja del pasado domingo, se requieren de la ayuda de otros cuatros cargadores. Cualquier persona interesada podrá comunicarlo a la Cofradía.

Muchos casareños, también los que pasarán la Semana Santa un año más en el municipio procedentes de otras ciudades y pueblos, cruzan los dedos para que la lluvia no irrumpa en estos actos tradicionales.