La Cruz de Mayo vuelve a ser protagonista en las calles

Varios vecinos han querido volver a destacar la importancia que tuvo la Cruz de mayo décadas atrás en la localidad. Una costumbre de carácter popular y religiosa que quedó en desuso, pero que en los últimos años ha gozado de mayor presencia a iniciativa de algunos casareños, cada 3 de mayo.

En la calle Nisa varios residentes han sacado a la calle algunos objetos para crear pequeño altar. La imagen de la Virgen de Fátima, una cruz hecha de flores de papel, velas y numerosos pétalos destacan sobre sábanas blancas.

La vecina más longeva de esta calle, Rafaela Díaz, explica a sus 87 años algunos recuerdos que le quedan de esta tradición en sus años de juventud. «Algunas vecinas decorábamos la calle con las cruces, hacíamos un altar y luego acudían a verlo la boticaria y otras mujeres y nos daban algún premio», ha contado ilusionada.

Hoy la octogenaria ha posado junto a esta decoración que solía hacerse en algunas calles, aunque no en todas. También ha recordado los versos y cantares que se ofrecían por esta fecha, entre ellos, el de 'Blanca María, blanca paloma'. Rafaela sabe también que el próximo 13 de mayo es el día de la Virgen. Y que comienza mayo, el mes de las flores.

Los ocho vecinos de la Calle Cruz también han querido conmemorar con una pequeña cruz floral este día. La han puesto en una de las fachadas de las viviendas, y ahí permanecerá durante los próximos días. Sencillos adornos florales que recuerdan una tradición que aseguran hace más de cuatro décadas se practicaba con normalidad.

Hace tres años la cofradía de la Vera Cruz escogió la gran cruz próxima a la ermita de La Soledad para llenarla de flores e imágenes de santos. Quizás esa fue la Cruz de Mayo más grande que este pueblo haya visto.