Las farmacias casareñas desconocen cuándo recibirán mascarillas para su venta
Aseguran que llevan desabastecidas de este producto desde enero, y cada día numerosas personas preguntan por ellas
Es la pregunta del millón. ¿Tienen mascarillas? La respuesta desde el pasado mes de enero es la misma. No. Las farmacias de la localidad continúan desabastecidas de este artículo, que se ha convertido en imprescindible para los ciudadanos con motivo de la pandemia.
Los vecinos quieren estar protegidos cuando salen a la calle, bien para hacer compras o ir a trabajar. Los farmacéuticos aseguran que a diario reciben numerosas preguntas de vecinos demandando mascarillas.
No conocen ni la fecha, ni el precio que se establecerá de venta, ni tampoco el número que recibirán en las farmacias. «No tenemos ninguna información aún de cuándo llegarán los lotes del Gobierno a Extremadura, ni sabemos la cantidad que nos llegará ni nada», indica una de las empleadas de la farmacia de la Avenida Constitución, la de Víctor Millán Egea.
Según cuenta, las noticias que le llegan son a través de los medios de comunicación. «Desde enero no hemos vuelto a recibir mascarillas, tampoco tenemos guantes, y los geles hidroalcoholicos llegan poco a poco», resalta.
En la farmacia de la calle Larga, la de Luisa María Andrada Cascos, también desconocen cuándo recibirán las mascarillas. Dejaron de recibirlas en enero. «Llamamos todos los días a nuestro proveedor pero tampoco saben decirnos», indican desde este establecimiento. Muchos de sus clientes acuden a preguntar si ya las han recibido, pero la respuesta sigue siendo la misma a día de hoy.
La empresa Covicash ha hecho gestiones para conseguir este producto ante las numerosas llamadas de clientes haciéndole la misma petición. «La semana recibimos 2.000 de un proveedor nacional y se vendieron todas según llegaron porque las tenía comprometidas a empresas del pueblo que cuentan con muchos trabajadores», explica Ricardo Conejero.
Este empresario reconoce que cuesta mucho encontrar proveedores que dispongan de este artículo, y algunos se aprovechan de la situación y ofrecen precios disparatados. «Me las sigue demandando mucha gente pero de momento no he conseguido más», aclara.
Así que el plan alternativo para muchos es confeccionarlas en sus casas. El Ayuntamiento comenzó el pasado 13 de abril a repartir también entre los trabajadores que ese día se incorporaban a sus puestos de trabajo, pero la gran demanda hace imposible que se pueda abastecer a todos los vecinos.
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