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"En un año malo como éste no puedes escatimar en pienso porque el animal puede flaquear"

"En un año malo como éste no puedes escatimar en pienso porque el animal puede flaquear"

Francisco Daza Cebrián es ganadero e ingeniero Técnico Agrícola y ganadero

Lucía Campón Gibello

Lunes, 27 de noviembre 2017, 12:50

Francisco Daza Cebrián es de esos jóvenes que ha logrado que su trabajo sea su vocación. Tras cursar sus estudios universitarios apostó por continuar con un negocio familiar con el que ha estado vinculado desde que era un niño. La explotación ganadera ha pertenecido a varias generaciones, y ahora es él quien lucha en un sector en el que, según dice, hay ventajas e inconvenientes.

- Descendiente de ganaderos, y como viene siendo tradicional en su familia, también ha sido protagonista de ese relevo generacional, ¿siempre tuvo claro que quería trabajar en una explotación ganadera?

Toda mi familia, mis abuelos y bisabuelos se dedicaron al campo, al igual que mi padre, y desde niño he estado vinculado a este mundo. Cuando era pequeño acompañaba a mi padre y con el paso de los años le fui ayudando siempre que podía. Mi padre siempre me exigía que tuviera una titulación, no que fuera directamente al campo. Como lo que más me llamaba la atención era todo este mundo relacionado con el campo decidí estudiar Ingeniería Técnica agrícola. Estudié en Badajoz. Mientras cursaba mis estudios ayudaba a mi padre los fines de semana y en vacaciones.

- Y cuándo finalizó sus estudios, ¿qué pasó?

Me planteé qué quería hacer, y de hecho mi padre quería que me quedara con él a trabajar. Tuve algunas ofertas de trabajo pero al final la vocación por el campo hizo que me quedara en la explotación. Tenía 23 años, y ahora estoy contento porque también lo compagino con otros trabajos de mi carrera junto a otros compañeros. Realizo mediciones de fincas, informes técnicos agrícolas, tasaciones y demás trámites.

- Con la experiencia que ya tenías nada te cogió por sorpresa y eso era un punto a favor

Sí, sabía a lo que me enfrentaba, pero es verdad que en esta profesión no se aprende todo por muchos años que lleves, y como dice mi padre toda precaución es poca.

- ¿Qué ventajas e inconvenientes le ve a trabajar en el campo?

Lo más importante es que te tiene que gustar. Trabajar en el campo es estar todos los días del año en él. Pero la parte buena es que tú gestionas tu tiempo y tienes disponibilidad de horarios, aunque todos los días tengas que ir a la explotación. El campo ya no es tan duro como antes. Hay días que trabajas cinco horas, pero otros vas catorce. Eso sí, dependes de los animales y siempre tienes que estar alerta porque los problemas pueden surgir en cualquier momento. No sólo es trabajar para los animales, sino todo lo que conlleva el mantenimiento de las instalaciones. Pero la mejor recompensa es sacar para adelante tu producto.

- Como dice siempre pueden surgir imprevistos, ¿cómo afronta la actual situación de sequía?

En un año que no hemos tenido ni primavera ni otoño en el que los animales no se pueden abastecer hay que tirar del pienso y la paja, y eso supone un gasto extra en el balance anual de la explotación. Además los animales necesitan mucha agua y cuando no hay tenemos que sacarla de pozos, y todo implica más esfuerzo y trabajo. También tenemos el problema de la fauna salvaje, como los jabalíes o los corzos, que al no encontrar agua en las zonas donde habitan, van a buscarla a explotaciones y eso conlleva la trasmisión de enfermedades. Pueden provocar contagios y cuando llega el momento del saneamiento un animal puede dar positivo y eso supone un grave problema. Pero el año malo no va a ser éste actual, sino el 2018 porque va a influir en la paridera de la próxima campaña. Cuando hay años buenos hay que guardar y no gastarlo para afrontar años malos como éste.

- ¿Recuerda un año así en el tiempo que lleva?

No, yo no lo he conocido, pero es que mi padre tampoco lo recuerda, los ha habido, pero no tan fuerte. En situaciones como estas es cuando no puedes escatimar porque los animales pueden flaquear y se te pueden venir abajo, y luego es mucho más costoso recuperarlos.

- ¿Qué le parece que en los últimos años hayan surgido escuelas para dar formación y que así los jóvenes encuentren una salida laboral?

Me parece bien porque siempre es necesario el relevo generacional. Aquí en la localidad cada vez hay más jóvenes que se dedican a esto. Empezar de cero siempre es complicado, y depende del tipo de ganadería que tengas se requiere de más o menos mano de obra. Estoy de acuerdo con que se fomente el desarrollo rural, pero para eso las personas que hacen su apuesta por esto deben recibir ayudas acordes a lo que van a afrontar. Sí, se dan ayudas, pero muchas llegan cinco años después, y hay que pagar instalaciones, a veterinarios, y muchos más gastos.

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