

Tal día como hoy, hace 60 años, los casareños Simón Bermejo Bermejo y María Josefina Pérez Vergel celebraron por todo lo alto su boda en Casar de Cáceres. Este 23 de julio, con seis décadas de diferencia, este matrimonio ha vuelto al altar para sellar una vez más su compromiso de amor.
La boda de diamantes de Simón, de 89 años, y Josefina de 82 años, han tenido lugar en la ermita de La Encarnación, el mismo lugar que escogieron los abuelos paternos de Josefina para celebrar sus bodas de Oro hace 64 años. De ese momento la familia guarda un recorte de periódico de la época, el cual conservan enmarcado en una de las paredes de su casa de la calle Larga Baja, y en el que se hacía alusión a la celebración.
Simón y Josefina se casaron en 1964, en las vísperas de la festividad de Santiago. Según cuentan, fue la primera boda que se celebró en la localidad en horario de tarde. El destino los unió cuatro años antes, un jueves, durante la celebración del Corpus Christi. «Yo iba con un grupo de chicas en la procesión, en aquel entonces se llevaban las faldas de cancán típicas de los años 50, íbamos muy guapas luciendo cinturas de avispas, caminando por la acera y los chicos nos miraban con atención, y en un momento nuestras miradas se cruzaron, fue un flechazo», ha contado a Hoy Casar esta vecina.
En aquel momento ella estaba interna estudiando Bachillerato en Las Carmelitas y él ya se dedicaba a la ganadería. Poco después la pretensión de Josefina era la de estudiar Derecho en Salamanca, pero recuerda que sus padres la hicieron reflexionar: «Me decían que si me gustaba ese chico no podía irme tan lejos, así que me quedé en Cáceres que ofertaban dos carreras, la de Magisterio y Enfermería». Y así fue cómo comenzó su carrera, cerca de Simón y de su pueblo. Cuando tenía 22 años, con la oposición aprobada, decidieron que era el momento de contraer matrimonio.
Decenas de fotografías les hacen recordar aquel caluroso 23 de julio de 1964. Ella salió de su casa ataviada con un traje blanco, rodeada de numerosos familiares y amigos. La acompañaba del brazo su hermano. Simón también cruzó el camino hacia el altar junto a su hermana. La boda fue retransmitida por la radio. Un narrador se encargó de contar todos los detalles del acontecimiento, incluidos los de la celebración religiosa y el posterior comentario que dieron los novios tras darse el sí quiero. El convite se llevó a cabo en el Patio Extremeño (hoy día la pizzería La Tavola). Ese día comenzaron su vida juntos, manteniéndose unidos, y viviendo en la misma casa en la que hoy residen, en la primera planta, ya que abajo la ocupaban los padres de Josefina.
Allí, entre las coloridas y decoradas paredes de cerámica que albergaron el casino de la localidad han vivido los momentos más felices de sus vidas, aunque tampoco han faltado otros llenos de tristeza e incertidumbres. «Cuidar ese amor verdadero no ha sido fácil, siempre escuchándonos y perdonándonos; ésta ha sido la Olimpiada de nuestras vidas», relata la propia Josefina en uno de los capítulos que recogen sus memorias, y que comenzó a escribir hace apenas cinco años.
Nada más casarse a Josefina le dieron trabajo de maestra en Huelva. Aún recuerda, sonriendo, el comentario que le hizo su marido: «A ver cómo hacemos porque yo allí las vacas no me las puedo llevar». Se vio obligada a renunciar a la oferta laboral que ella tanto ansiaba. Poco tardó en llegar otra oportunidad a esta maestra de Educación Especial y logopeda, quien comenzó su andadura ejerciendo un año en la escuela ubicada en la calle Parra. Después trabajó en el centro PROA y en el colegio La Hispanidad de Cáceres (actual Alba Plata).
Su unión la reforzaron con el nacimiento de sus cuatro hijos: María del Carmen, Javier Antonio, José Francisco y Josefina. Con ellos y con sus nueve nietos (ocho de ellos varones) han vivido una vida plena de felicidad, fortaleciendo los pilares de la gran familia que han creado y que siempre tienen como punto de encuentro su casa de la calle Larga.
Por ello su familia no ha querido dejar pasar una nueva celebración, la del 60 aniversario, que simboliza la brillantez y fortaleza que mantiene unidos a Simón y Josefina. Las altas temperaturas registradas hoy en Casar de Cáceres han sido testigo del respeto y afecto de esta pareja de octogenarios, quienes cogidos de la mano, y rodeados por su familia y amigos, han vuelto a demostrar ese amor incondicional.
Simón ha mantenido sus fuerzas para seguir alentando a su mujer a escribir sobre otro día especial en sus vidas. Él mismo ha agradecido la presencia de sus seres queridos en la celebración. Como apasionada de la poesía, Josefina ha escogido para la boda de hoy una en la que relata, de forma intensa, el momento en el que conoció a su amado. Ella misma se ha encargado de leerla a su marido, hijos, nietos y amigos. También sus hijos les han brindado palabras de agradecimiento y cariño durante la misa, que ha sido oficiada por el sacerdote casareño Rafael Barra. «Nos habéis enseñado el sentido de la vida y de la familia y es lo que tratamos de transmitir a vuestros nietos», ha destacado su hijo Javier. Este nuevo aniversario ha sido bendecido incluso por el Papa Francisco, a través del Nuncio Apostólico de Madrid.
Las bodas de plata, la de los 25 años, también las celebraron en La Encarnación; hace diez años las de Oro las llevaron a cabo en la parroquia de la Asunción y para las de Diamantes lo han vuelto a hacer en la ermita de La Encarnación, con la que mantienen un gran vínculo familiar. «Somos una familia muy católica y unida, en todas esas fechas claves siempre lo hemos celebrado con una misa de Acción de gracias y luego con una fiesta», ha detallado su hija, María del Carmen.
Y como no podía ser de otra forma, en este encuentro no ha faltado el ramo de la novia, el repicar de las campanas del que se han encargado sus propios nietos, la lluvia de arroz para recibirlos a la salida y un reiterado 'Vivan los novios' tras la celebración religiosa. De todos los momentos vividos hoy la familia Bermejo Pérez creará en su memoria un nuevo capítulo para recordar, el mismo que seguramente escribirá Josefina en breve, en forma de prosa y poesía. De esta forma el matrimonio ha dado forma a un amor fuerte que, como dice Josefina, durará eternamente.
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