Gabina Sánchez se ha convertido hoy en la segunda mujer centenaria de Casar de Cáceres. Llegar a los 100 años es un logro de pocos, pero ella lo ha hecho rodeada de numerosos seres queridos, en su casa de la calle Larga Baja.
A las doce de la mañana han comenzado a llegarle la mayor parte de las felicitaciones. Entre ellas la de Tomasa, quien le ha brindado atención y cuidados durante años y que continúa haciéndolo cada domingo, o los de Ana Mari que acude junto a Gabina cuando Cati, su cuidadora habitual, tiene días libres o de vacaciones. Las tres hablan maravillas de esta mujer, que siempre ha ejercido como ama de casa y ha sido una amante de la cocina y la costura.
La memoria de Gabina ha sido siempre prodigiosa. Hasta hace poco ha gozado de buena salud, pero los achaques en oídos y la vista se le han agudizado en el último año. También tiene más dificultades para moverse y se desplaza en silla de ruedas. «Su cabeza está muy bien pero la pérdida de audición y de la vista le dificultan su día a día», ha explicado Mercedes, una de sus nueras, quien reside fuera de la localidad pero que la atiende siempre que puede. Junto a ella estaba hoy su hijo Germán, de 74 años, y su mujer Margarita. «Hasta hace cuatro o cinco años ha estado haciendo labores de vainica o punto de cruz», han precisado. Gabina siempre ha sido una fiel lectora de periódicos y revistas.
Su único biznieto, el pequeño Pedro, le ha hecho entrega hoy de un rosario que su abuela Mercedes había traído de Santa Rosa de Lima, Perú. Aseguran que a Gabina siempre le ha gustado rezar con su rosario, pero éste será muy especial a partir de ahora. Según su nuera Mercedes, Gabina procede de una familia de extensa longevidad. «Un tío suyo, hermano de su padre, falleció con 103 años en Piedrahita y ella comentaba que tenía otro en Barcelona que vivió hasta los 107 años», aseguran sus allegados. No tuvo la misma suerte su hijo Pedro, quien falleció en febrero de 2020 a causa de una repentina enfermedad. Pocos meses después la vida le volvió a dar otro varapalo con la pérdida de su marido, Augusto, con quien había estado casada durante 71 años, y con quien compartía las 24 horas del día.
La historia de Gabina y Augusto fue narrada en este diario el 27 de abril de 2019 (https://casardecaceres.hoy.es/gente-cercana/gabina-augusto-anos-20190426173149-nt.html).
A día de hoy, Gabina disfruta todo lo que puede del calor que le ofrecen su hijo, sus nueras, sus dos nietas y su único biznieto. En este día tan especial también ha tenido la visita de su sobrina, Micaela, quien la define como una mujer trabajadora y buena cocinera. «Guisaba de maravilla, era un placer venir a su casa y quedarme a comer y eso lo ha hecho pasado bien sus 90 años», ha precisado. Hoy es ella quien imita alguna de sus recetas.
Vecinas de la calle Larga y amistades de la familia se han acercado hoy hasta su casa para celebrar este cumpleaños extraordinario. «No todos los días se viene a felicitar a alguien que cumple 100 años», ha expresado Lea. Palabras de afecto y cariño le han regalado también el diácono Carlos Moro, así como la alcaldesa Marta Jordán y la concejala de Mayores, Sandra Tovar. El Ayuntamiento le ha hecho un pequeño reconocimiento por este aniversario centenario y se le ha hecho entrega de ramo de flores, con grandes rosas blancas, y un plato de cerámica del Ayuntamiento.
En casa de Gabina hoy reinaba la felicidad y los buenos deseos. Todas las miradas han sido para ella. Los invitados al cumpleaños le han cantado el cumpleaños feliz número 100. Para sus seres queridos este 18 de diciembre será un día para el recuerdo. Su mejor tesoro lo tienen junto a Gabina, a la que la vida le ha premiado con un siglo.
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