

Los festejos carnavaleros han puesto hoy punto y final a cinco días de diversión en la calle con el tradicional entierro de la sardina.
Los casareños han acudido hoy a este encuentro, que ha contado un año más con la participación del grupo Santuka Di Fogo. Sus integrantes, con caras blancas pintadas y atuendos para la ocasión, se han encargado de encabezar el cortejo fúnebre, junto a niños portando la sardina.
Tras recorrer calles Las Malvinas, Saturnino Martín Moreno, Ejido del Santo y el Paseo de Extremadura, se ha procedido a la quema, mientras sonaba una batucada. Pese a que no hay una gran asistencia de público a este acto, hay quienes son fieles a esta cita, entre ellos, algunos padres con sus hijos pequeños, e incluso personas de avanzada edad que han salido de casa para ver el último encuentro del carnaval.
Luego los asistentes han rematado la tarde degustando sardinas, que los usuarios de los pisos tutelados se han encargado de asar. Junto con este pescado este año también se ofrecía en los platos un pincho de patatera y panceta, acompañado por vino y pan. Una suculenta merienda que muchos vecinos han degustado y saboreado en mitad de la tarde, ya que poco después de la seis se han comenzado a repartir platos. El Ayuntamiento ha adquirido 70 kilos de sardinas.
Durante la tarde, la caseta municipal ha contado con un ir y venir de gente que no ha querido quedarse sin este manjar carnavalero, y a los que no le ha importado esperar su turno en la cola.
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