

La tarde taurina celebrada ayer en la localidad abarrotó la mitad de la Plaza de toros. Según los organizadores, cerca de 1.500 personas adquirieron en taquilla la entrada para disfrutar del Gran Prix, la becerrada y la suelta del novillo al estilo tradicional.
El Ayuntamiento y la empresa promotora de Marcos Lozano han apostado este año por los festejos con precios asequibles. Seis euros pagaron los adultos y cuatro los jubilados y jóvenes hasta 18 años. Los niños entraron de forma gratuita, por lo que no están contabilizados en el aforo global indicado por la empresa. «Esto es lo que quiere el pueblo, festejos a estos precios y al estilo tradicional», manifestó Lozano, contento por la buena acogida que había tenido este evento. De hecho, el inicio del Gran Prix se retrasó más de media hora por la gran afluencia de personas que a las siete de la tarde aún formaban cola para hacerse con una entrada.
La tarde comenzó con un breve acto de homenaje al casareño de adopción, Manuel Ángel Sánchez Gutiérrez, fallecido el pasado año. La organización quiso recordar a este gran aficionado al mundo taurino en estas fiestas del Ramo. Su mujer e hijos, demás familiares y amigos estuvieron presentes en el albero. Allí se les hizo entrega de un ramo de flores y una placa por parte del concejal David Sanguino y del propio empresario taurino. La familia soltó varias palomas en su recuerdo.
Posteriormente cinco peñas, integradas por jóvenes de la localidad, se encargaron de hacer pasar un buen rato a todos los asistentes, afrontando algunas de las pruebas del popular concurso. Una de las participantes sufrió daños en una rodilla tras ser pillada por una de las vaquillas. Tras superar las tres pruebas 'Los bulls' se proclamaron vencedores de esta edición del Gran Prix. Este año la se han instalado barrotes en la plaza, dividiendo en dos el ruedo, para hacer los encuentros más atractivos a los aficionados.
La tarde continuó con la lidia de un becerro por parte del casareño Javier Bermejo y varios acompañantes, entre ellos, el picador casareño José María González. Anocheciendo salió al ruedo un novillo, con el que disfrutaron los aficionados taurinos de la localidad y de otros lugares de procedencia.
Tras la suspensión de la novillada del pasado sábado por las malas condiciones climatológicas, se recuerda que la nueva fecha de celebración se ha fijado para el 23 de septiembre, día previo a la romería de la Virgen del Prado.
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La Voz de Cádiz
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