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Los usuarios esperan sus turnos para ser atendidos, en la calle. LC..G.
SITUACIÓN CORONAVIRUS

La necesidad de ir al estanco o a la farmacia

Las ventas de tabaco y la de productos farmacéuticos son mayores desde que comenzó el estado de alarma

Miércoles, 1 de abril 2020, 22:08

El estado de alarma provocado por la crisis sanitaria permite que establecimientos considerados de primera necesidad continúen abiertos. Los vecinos lo tienen claro: se puede salir al supermercado, a por el pan, también al estanco y, más aún, a la farmacia.

Quienes atienden a los clientes de los estancos y farmacias cuentan cómo viven estos días. Germán Álvaro, propietario del estanco de la avenida Constitucion, lo hace desde la ventana de su local. Los primeros días tuvo abierta la puerta, pero después decidió atender al público por la ventana para tener el mínimo contacto con los clientes.

Hay ocasiones que en el túnel de la calle Paredes y la avenida Constitución se forman largas colas. Los fumadores demandan más tabaco que antes. «No es que se fume más, es que cuando sales ya te llevas para varios días o para más gente de la familia», aclara Javier Iglesias, que hoy ha ido a comprar varias cajetillas.

Otros ven el confinamiento como una oportunidad para dejar de fumar. «Suelo comprarlo para liar pero no hay, no saben cuándo tendrán disponible, y estoy pensando que debería dejarlo de una vez por todas», dice otra clienta. Y es que en estos días el tabaco, de necesidad para muchos, se está convirtiendo en un bien que escasea. «No nos llega la mercancía de Madrid, y hay marcas que ya no tenemos», dicen los propietarios de este estanco. Así que la gente, si queda poco se lleva más hasta que se haga la reposición.

El estanco de la Avenida Constitución realiza las ventas a través de la ventana. L.C.G.

Otros clientes, que solían comprar en pequeñas cantidades ahora lo hacen a lo grande. «Llevo para mi mujer un paquete que me ha costado 50 euros, para no tener que venir todos los días», manifestaba otro cliente.

Justo en frente, en la farmacia de la Avenida Constitución, varias personas aguardan su turno. Atienden a única persona en el interior, pese a que hay varios empleados. Pero es el protocolo de seguridad. En el mostrador una gran pantalla de metacrilato protege a los empleados de los clientes. Estos días las ventas han crecido. «La gente hace acopio de medicamentos como si fueran al supermercado», cuenta sorprendida una de las empleadas.

Desde que comenzó el confinamiento se compran más pastillas para dormir, tipo valerianas o similares. «Los ansiolíticos sólo se suministran con receta, y eso no ha variado, pero se nota que la gente al estar en casa todo el día tiene problemas para dormir», aclara.

Las farmacias atienden por turnos, sólo una persona puede estar en el interior, para evitar los contactos en estos días. L.C.G.

Hay otras personas que acuden a la farmacia y exponen sus problemas. «Tengo tos», dicen. Y los empleados les indican que eso, quizás, pueda ser un síntoma del coronavirus, sobre todo, cuando alguien les asegura que tuvo fiebre. «Piden jarabe para la tos, pero no llaman al médico, cuando sería lo correcto, y hay quienes vuelven porque no se les ha pasado y se llevan otro jarabe», aclaran.

Para evitar las esperas recomiendan a los clientes que intenten agrupar la recogida de medicamentos. «Si un medicamento sale el día 10, otro al día siguiente y otro dos días más tarde, les aconsejamos si pueden esperar, que vengan cuando tengan más para recoger», explican.

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