Los negocios pequeños reabren con ilusión pero con limitaciones de clientes y medidas de seguridad
Ocho semanas después de decretarse el estado de alarma, muchos empresarios vuelven a reanudar su actividad
Desde ayer la estampa de la localidad es muy diferente. Se inicia la octava semana desde que se decretara el estado de alarma, y llegó el momento de la reapertura de muchos pequeños negocios.
Las peluquerías afrontaron la primera jornada con clientes. La limitación de personas en el establecimiento impide a los profesionales gestionar el tiempo como acostumbraban a hacerlo antes de todo esto. «Ahora trabajas muy lento porque estás toda la mañana para tres personas, esperemos que la próxima semana haya cambios y podamos atender a más clientela al mismo tiempo», precisa la peluquera Inma Barra.
Lo mismo piensa Alma Casares que asegura que «estás parada mucho rato, porque si das un tinte tienes que esperar a terminar con esa persona, no puedes atender a nadie más». Por eso justifica que su agenda esté repleta para esta semana y para la siguiente. «La pena es que no podamos atender como antes, no por la cita previa porque siempre trabajábamos así, si no porque cada una sólo podemos atender a una persona».
La peluquera Montaña Lindo también tiene su agenda llena para esta semana. Como todos, tiene que explicar a sus clientes que las nuevas condiciones, hasta nueva orden, deben ser bajo cita previa y de uno en uno. «Ahora nos tenemos que adaptar y tener paciencia, en esta primera semana toda la gente quiere ser atendida, pero estoy contenta porque hay trabajo», detalla.
En la peluquería de caballero de Augusto Blanco 'Chiripa' también se atendió ayer a los primeros clientes con cita previa. En este establecimiento no era lo más habitual, porque sus clientes llegaban de forma repentina y esperaban su turno en el interior de la peluquería. «Los clientes han tomado con agrado las nuevas medidas, piden cita previa, llevan guantes y mascarillas, nosotros desinfectamos el instrumental entre clientes, limpiamos los sillones y utilizamos material desechable», detallan. Asimismo, los propietarios de esta peluquería aseguran que los clientes se muestran tranquilos y «nos han transmitido su alegría por volver a vernos».
Para la esteticista Graciela Dómine la vuelta a su puesto de trabajo, tras siete semanas de parón, ha sido muy buena. «Pensaba que sería mucho más lenta pero he tenido buena entrada y esta mañana ya tenía la semana completa», indica. No obstante lamenta que muchas celebraciones como bodas o comuniones se hayan cancelado en este mes. Aún así comprueba que el buen tiempo y las largas semanas de confinamiento han hecho que «los clientes se animen a venir al centro».

Maribel Ollero tiene pensado abrir su centro de estética el 11 de mayo. «Tengo que adaptarlo con todo lo necesario de forma que las clientas y yo nos sintamos a gusto, tengo ganas de empezar, la agenda la estoy llenando, y como hacía antes, bajo cita previa y atención individual», apunta.
Otros comercios minoristas como el de electrónica y electrodomésticos Lorenzo han prestado atención todo este tiempo para reparaciones de urgencia. Ayer las puertas de su tienda volvieron a abrirse, y en estos días los clientes podrán acceder, de uno en uno, para guardar las distancias de seguridad. «Pondremos una zona reservada para la atención al cliente, en cada una de las entradas, y así no hay que desinfectar toda la tienda cada vez que vaya alguien», indica Lorenzo Gómez.
En el sector de la restauración los pasos también se dan lentamente. En Casa Claudio abrirán, de momento, de viernes a domingo. La experiencia del pasado fin de semana fue buena con la propuesta de sus menús a domicilio. «Hemos tenido mucha aceptación y mientras no nos dejen trabajar al 100% esto es una opción, aunque lógicamente con muy poca plantilla para que sea rentable», dice Claudio Vidal Barrantes. Aún no han decidido si darán atención en su terraza. «De momento en estas condiciones con sólo terraza a diario no sabemos si vamos a abrir, y en fin de semana no lo hemos decidido», añade.

En el bar 'El Secreto' del Paseo de Extremadura también se apuesta por este nuevo modelo de negocio, al menos, hasta que la situación cambie. Las entregas de hamburguesas, bocadillos o tostas a domicilio son la única fuente de ingreso de Óscar Alonso. «Damos atención los fines de semana, algo de caja hacemos pero la cosa está floja y aún no sé si abriré la próxima semana para la terraza, o dejar pasar más tiempo hasta que se deje salir con más libertad», explica.
Las empresas de construcción aún no se han incorporado en su totalidad, pese a que tuvieron vía libre para hacerlo tras la Semana Santa. Sin embargo, tienen restricciones que les impiden acceder a viviendas con residentes, por lo que los constructores que tenían presupuestos aceptados en este tipo de situaciones no pueden reanudar su actividad. Quienes tienen obras en otros espacios abiertos trabajan desde hace días.
El centro de fisioterapia de Miguel Ángel Mendo reabrió ayer tras siete semanas paralizado. «Cerré el 13 de marzo, no nos obligaron al cierre por ser actividad esencial pero lo hicimos por responsabilidad social», señala el gerente. En este tiempo ha realizado consultas a través de videollamadas.
Como muchos afronta un cambio en la forma de trabajar, ya que no puede solapar los tratamientos con varios clientes. Pero de esto también saca lo positivo. Mendo reconoce que con estas nuevas medidas, de atención explícita a un solo paciente, «acompañas en todo momento al paciente». En este sentido es consciente que hay que ser prudentes «porque un mal acto puede acabar generando una cadena de transmisión».
Puesta a punto para la vuelta
La floristería Esther ya se prepara para abrir el 11, en la fase 1 de la desescalada. «Esperaremos al 11, con todas las medidas pertinentes, cuando podamos atender a un cliente por cada dependiente según nos ha notificado desde la asociación de floristas», explica Esther Sánchez.
Jesús Ronco volverá a la churrería la próxima semana, con la limitación de entregar pedidos y atender en la terraza con un aforo del 50%. «Hasta el 25 de mayo no podremos atender en el interior del establecimiento, pero de momento abriremos para entregar pedidos que los clientes nos solicitan y atender lo que se pueda en la terraza», puntualiza.
La tienda de mercería, ropa y perfumería de Hijas de Cecilio Rey trabaja esta semana para adaptar su local a las recomendaciones exigidas por Sanidad. «Estamos adaptando la tienda porque desde que cerramos el 13 de marzo no habíamos vuelto y buscando alternativas para las prendas de ropa que se tienen que higienizar», detalla Maxi Rey. Reanudarán su actividad el próximo 11 de mayo.
Poco a poco la actividad comercial vuelve a tomar forma y, pese a que con muchos cambios en la forma de trabajar y ofrecer atención a la clientela, los empresarios agradecen estar ya en sus puestos de trabajo y luchar por seguir adelante.
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