25 niños vuelven a las aulas de Zarapico este mes de julio

La conciliación familiar ha resultado más que difícil durante el estado de alarma. Ahora, poco a poco, todo vuelve a la normalidad, aunque siga existiendo el miedo a posibles contagios.

Para las familias la puesta en marcha de la escuela infantil Zarapico durante el mes de julio ha sido todo un alivio. En total 25 niños de hasta tres años han vuelto a acudir a las aulas que habían dejado de forma obligatoria el pasado mes de marzo.

Será, de momento, el mes de julio, aunque si existe demanda familiar cabe la posibilidad de que el centro, de forma excepcional también abra sus puertas en agosto.

Cuatro maestras se encarga de dar atención a los menores. La mayoría han escogido el horario de 9.00 a 14.00 horas. Un horario que da tregua a los padres que trabajan, y que además repercute en el bienestar de sus hijos que vuelven a socializarse con otros niños y realizan actividades para su desarrollo cognitivo y psicomotor.

La directora del centro infantil, Artemia Rey, destaca que la vuelta a las aulas está siendo como al inicio de curso. «Estamos realizando un nuevo periodo de adaptación prácticamente porque después de tres meses sin venir los niños lo han notado mucho», expresa. Aún así las maestras encandilan con actividades y mucho aprendizaje a los más pequeños, para que se sientan de nuevo como en casa. «Estamos muy contentas de tenerlos con nosotras y se volverán a adaptar sin problema», añade.

Como medidas preventivas el centro ha facilitado a las familias un protocolo en el que se especifican las nuevas normas. Entre ellas están la obligatoriedad de tomar la temperatura a los niños cuando llegan, así como el lavado de manos y la higiene del calzado.

Tampoco se permite entrar y sacar a diario las mochilas, por lo que las ropas de cambio y las botellas de agua marcadas con el nombre de los niños permanecen toda la semana en el aula.

El acceso de los familiares al centro queda restringido, y son las educadoras las que se encargan de recogerlos en la puerta principal cada día. Se hace de forma escalonada para que no haya aglomeraciones en los horarios de entrada y salida.

Las maestras realizan su jornada con equipos de protección individual también como medida de seguridad.