Iván Gudiño consigue un contrato en México tras una beca de investigación
Este joven de 27 años cursó el Grado de Educación Primaria en la especialidad de Educación Física, y ha conseguido su primer puesto en la Universidad Autónoma del Yucatán
Lucía Campón Gibello
Domingo, 24 de enero 2016, 20:07
Iván Gudiño es de esos jóvenes que buscan oportunidades y las encuentran. Alguien a quien no le gusta quedarse de brazos cruzados, contrario a estar entre los miles de jóvenes que, con estudios universitarios, se ven obligados a esperar un puesto de trabajo.
Justo cuando estudiaba su Máster de Investigación de Ciencias Sociales y Jurídicas decidió buscar por anticipado alguna opción para su futuro laboral. En ese momento formaba parte del Programa Empleo de Experiencia, con un puesto de trabajo por un año de dinamizador deportivo en la concejalía de Deportes del Ayuntamiento casareño. Ese contrato con fecha de caducidad le motivó a buscar a través de internet otras iniciativas. Así fue como llegó a México hace casi un año.
Comencé a buscar alternativas a mi futuro laboral antes de acabar el máster y una de las que encontré fue las becas de excelencia para estudios internacionales del Gobierno de México, explica este joven que tras su experiencia como becario afronta este mes un nuevo reto en la ciudad mexicana de Mérida, en donde reside en la actualidad.
Así emprendió esta aventura para desarrollar su beca de investigación a nivel de maestría. Tras presentar un proyecto y cumplir una serie de requisitos, fue aceptado en la Universidad Autónoma del Yucatán. Pero su afán por aprovechar su tiempo al máximo en el extranjero le llevó a formar parte de otros proyectos en esta misma institución pública. A México llegué con dos objetivos: aprender y ayudar, puntualiza. Poco después fue seleccionado para impartir docencia en la Facultad de Derecho en la asignatura Responsabilidad social universitaria. Con este proyecto Iván vio cumplido otro de sus sueños. He dado clases desde agosto hasta diciembre, ya he terminado mi beca y ahora regreso con un contrato, afirma feliz.
Su experiencia de vivir en el extranjero se inició en Portugal cuando tuvo la oportunidad de cursar una beca Erasmus durante un año al realizar el Grado en Educación Primaria en la especialidad de Educación Física. Soy una persona muy inquieta, no puedo quedarme en casa esperando a que me lleguen las cosas, destaca este joven casareño.
Tan claro tenía que su futuro laboral pasaba por cruzar las fronteras de su país que hizo la maleta y no miró atrás. Su primer destino fue México D.F. en donde fue recibido por otro casareño, Antonio Andrada, que lleva varios años residiendo en la ciudad mexicana. Era su único contacto en este episodio de su vida. Fue un encuentro breve, ya que su destino final era Mérida, una ciudad con casi dos millones de habitantes donde asegura sentirse como en casa. Cuando llegué a Mérida me informaron que existía un Plan de familia de acogida y dije que estaba interesado para el primer mes, esa familia me ayudó y estaba tan a gusto que estuve tres meses, luego me fui a vivir compartiendo casa con un mexicano, relata. La beca para desarrollar el proyecto de investigación estaba dotada con 8.412 pesos al mes, unos 500 euros.
Al mismo tiempo colabora en el diseño de un plan de estudios para crear una nueva Licenciatura en el ámbito deportivo. Su nuevo reto también le gusta. En unos días comenzará a desarrollar sus funciones como gestor académico de la Facultad de Arquitectura. Se trata de un proyecto para la implementación del Modelo Educativo para la Formación Integral (MEFI).
De esto ya le habían informado en verano. Iba a venir a España a hacer una visita sorpresa a mi familia y amigos, y mi tutora del Departamento de Innovación e Investigación Educativa me dijo que lo comunicara en casa, narra. A los catorce días tuvo que regresar a México y llevó un sí por respuesta. Se considera un joven multidisciplinar y tiene claro que la actitud cuenta para ser posicionado en el mercado laboral. Hay que tener ganas de hacer cosas no vale sólo con la formación, dice. Se siente satisfecho con su contrato de un año con posibilidad de ampliación.
La mayor parte de su tiempo la pasa con mexicanos, aunque señala que hay muchos españoles en aquel país. Hay de todo, desde empresarios, estudiantes de intercambio o familias con descendencia de españoles, dice. Sus ratos de ocio los disfruta más con compatriotas jugando al pádel.
Pese a que su presente está en México, y su futuro aún es incierto, presiente que algún día volverá a España. Lo haré cuando lo que encuentre en España sea del mismo nivel que lo que tengo ahora en México, ahora mismo no tengo casa ni coche ni cargas familiares y voy a aprovechar esta oportunidad, precisa.
Agradecido con la hospitalidad de los mexicanos de quienes destaca su amabilidad y educación. Son personas que siempre te regalan una sonrisa y te ayudan en todo lo que pueden, asegura. Iván permanecerá allí, al menos, un año más. Seguirá tomando el camión (coger el autobús) o jalando la puerta (tirando de ella) y viviendo una experiencia positiva para él y para su futuro laboral.
¿Quién me decía a mí hace un año que iba a estar tomando un café en México contigo?. Esa es la pregunta que Iván hace a sus amigos mexicanos. Crédulo con la situación de su país, sabe que ahora es el momento de aprovechar las oportunidades. Soy una persona a la que le gusta seguir creciendo, no me pueden limitar, necesito nuevos retos y estar motivado porque eso es lo que me ayuda tanto personal como profesionalmente, sentencia.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.