Poca afluencia de público en la romería de San Benito

Este año San Benito no tuvo, al igual que por San Blas, el tiempo a su favor. Ayer la jornada desapacible impidió a gran parte de los casareños disfrutar de un día al aire libre. Sólo unos pocos decidieron instalarse en el recinto de la ermita de los santos para pasar el día de romería.

Mientras no llueva, se puede estar, decían quienes habían montado su tienda de campaña o pequeño chiringuito en el campo.

Muchos fieles acompañaron a los santos en la celebración religiosa que comenzó a las 13.00 horas, y tras la cual se celebró el tradicional desfile por los alrededores de la ermita. Hombres y mujeres portaron las dos imágenes, y dejaban su donativo por hacerlo. Otros devotos pujaron por entrar a los santos de nuevo al interior del santuario, una tradición que se sigue realizando cuando la lluvia no lo impide.

Tras los actos religiosos la mayoría de los asistentes regresaron a sus casas a comer. La jornada transcurrió con el ir y venir de casareños, el paso por la ermita para dejar el donativo en el monaguillo José Antonio, o tomar una cerveza en el único bar que se instaló en las proximidades de la ermita.

Pese a que el buen tiempo no acompañó algunos grupos de amigos optaron por realizar el camino con las tradicionales paradas, acompañadas de comida y bebidas. Otros llegaron a caballo.

El sorteo de los dos borregos, donados por los hermanos Barrantes Conejero y Andrés Pérez González, se llevó a cabo el pasado 1 de abril con la ONCE. El número premiado es el 185. El dinero recaudado con la venta de los animales se ha destinado a los santos.