La Virgen de la Asunción se encuentra con Cristo Resucitado en la plaza

Finaliza una Semana Santa llena de tradiciones. Todas popularizan unos días de los que han podido disfrutar los vecinos residentes, pero también muchos emigrantes que regresan como cada año para revivir estas costumbres.

Hoy el protagonismo lo han tenido dos imágenes, la Virgen de la Asunción y la imagen de Cristo Resucitado. A las once de la mañana se ha oficiado una misa familiar del Domingo de Pascua, tras la cual se ha llevado a cabo la procesión. Algunos hombres han acompañado al Cristo por la Avenida Constitución, y calles Santiago y Larga Baja. Otras pocas mujeres han sacado a la calle a la Virgen, titular de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, por las calles Iglesia, del Santo y Larga Alta. El encuentro ha tenido lugar, como ya es costumbre, en la plaza en donde aguardaba mucho más público. Tras la retirada del velo negro a la Virgen, ambas imágenes han continuado el recorrido juntas por la avenida Constitución hasta la parroquia.

La vecina María Asunción Pérez lleva 76 años como camarera de la Virgen que lleva su nombre. Su madre también lo fue. Cuando yo tenía 9 años mi madre murió y ella era la camarera de esta Virgen y desde entonces me he encargado yo de ella, ha explicado. Casi 80 años al servicio de una imagen que siempre había permanecido en la parroquia hasta que hace años la llevaron a la ermita de San Bartolomé. Ella y su marido lucharon para que regresara a la parroquia. Hace dos años, con la llegada del párroco Luis Vidal ese deseo pudo realizarse y la Virgen pasa sus días ubicada en el baptisterio de la iglesia. Sólo sale en procesión cada Domingo de Resurreción.

Con el Encuentro de la Virgen y Cristo se pone fin a los distintos actos religiosos. Hoy varios niños han sido bautizados tras la procesión, un día señalado que cada año escogen algunas familias para dar el primer sacramento a sus recién nacidos.