La cofradía de Ánimas se constituye sin mayordomos ni diputados

Por primera vez en la historia de la Cofradía de Ánimas no habrá mayordomos ni diputados. El mandato para el próximo año estará representado por un grupo de diez vecinos, y que según denomina la parroquia será in solidum.

Así lo ha denominado el párroco Vidal Arias, quien asegura que el nuevo gobierno se desarrollará de forma solidaria y conjunta entre cuatro matrimonios y dos vecinos solteros. Y esa es precisamente otra de las novedades para este año, que no todos los feligreses que integran ya el nuevo grupo están casados.

Así, todos los integrantes del colectivo figurarán con el mismo cargo, sin distinciones. Y sólo en caso de discrepancias habrá un representante destacado. En caso de conflicto será el integrante de mayor edad el responsable, el que tenga que decidir, porque en la iglesia no se concibe nunca un vacío de poder, aclara el párroco.

La parroquia ha aceptado la propuesta de la cofradía saliente ante la falta de propuestas para nombrar la mayordomía. Un hecho que pretende dar continuidad a la tradición religiosa más longeva del municipio, y que temen perder si no se adoptan este tipo de decisiones.

El pasado 26 de noviembre se dio a conocer el nombre de los cinco matrimonios a los que se invitaba, sin previo aviso, a formar parte de este colectivo. Finalmente los mayordomos rechazaron su cargo, así como cuatro diputados.

La nueva cofradía se dio a conocer en la celebración religiosa del pasado sábado y está integrada por Diego Lindo Muñoz, María del Rocío Pérez Montes, David Pérez Montes, Sara Caballero Andrada, Víctor Manuel Ollero Tovar, Inmaculada Márquez Bermejo, Luis Rey Terrón, Juana María Daza Cebrián, José Antonio Pérez Andrada y Salomé García Tovar.

El próximo miércoles, día 6, el nuevo grupo se reunirá con el párroco y decidirán el día en el que se hará el traspaso de cargos, y que se realizará en la casa de la parroquia de la Calle Parra ante la ausencia de mayordomos. Por tradición, la cofradía saliente hacía entrega de las pertenencias de la cofradía a los nuevos en casa de los recién nombrados mayordomos.

Sin embargo, en esta ocasión, se deja a un lado esas figuras representativas de una cofradía con seis siglos de historia.