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La Virgen a su llegada a la ermita, anoche.
La Soledad regresa a su casa con amenaza de lluvia

La Soledad regresa a su casa con amenaza de lluvia

Por la tarde la Virgen no pudo salir en procesión junto a la caja del Cristo

Lucía Campón Gibello

Sábado, 31 de marzo 2018, 11:36

Justo a la hora en la que estaba prevista el comienzo de la procesión del Silencio empezó a llover. Lo mismo sucedió por la tarde, cuando iba a iniciarse la procesión del Entierro, y finalmente tuvo que suspenderse.

Anoche, las mujeres que no quisieron faltar a este encuentro se cobijaron en la parroquia, a la espera de la decisión de la cofradía de la Vera Cruz.

En un principio, todo apuntaba a que la Virgen sería trasladada a su ermita cuando apaciguara la lluvia pero a las 22.30 horas la puerta lateral de la iglesia se abrió, y los 18 costaleros se encargaron de sacar a la imagen con especial cuidado.

La Soledad salió cubierta con un plástico, para proteger su rostro y manto. A la altura de la Ronda del Ejido se retiró la protección de su cara, pero se mantuvo la del manto por si la lluvia hacia acto de presencia. Este año la Virgen lucía nuevas lágrimas en su rostro, tras su reciente restauración. El recorrido se desarrolló como todos los años, pero había menor afluencia de mujeres con respecto a otros años.

En apenas una hora la Virgen llegó a la explanada de su ermita. Allí comenzó a arder una gran hoguera hecha con escobas y maderas. Iluminada y arropada por centenares de personas La Soledad paró junto a su santuario. Un niño casareño, César Carretero Pacheco, la esperaba para cantarle una saeta que recibió los aplausos de todos los presentes.

Tras el canto de La Salve y un 'Viva la Virgen de La Soledad', la imagen entró a su ermita, y las verjas se cerraron de nuevo. En su ermita permanecerá hasta el próximo año, y allí seguirá siendo venerada por los devotos.

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