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Noche de emociones y fervor en el recibimiento a la patrona casareña

Noche de emociones y fervor en el recibimiento a la patrona casareña

Durante el recorrido ha habido tiempo para bailar y cantarle a la Virgen

lucía campón gibello

Jueves, 20 de septiembre 2018, 21:40

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Hace seis años la Virgen también llegó al pueblo un 20 de septiembre. Días alternos de septiembre que rotan para recibir cada año a la Virgen, pero lo que se mantienen intactos son los sentimientos y el fervor que los casareños muestran ante su patrona.

A las ocho en punto de la tarde, sólo se escuchaba el repicar de las campanas de la ermita de Santiago. En ese momento la Virgen del Prado hacía acto de presencia, arropada por la decoración del camión que las Amas de Casa habían organizado para el traslado desde su santuario.

Decenas de personas aguardaban su llegada. Mujeres y niñas vestidas de refajo, y este año también féminas que habían optado por acudir al acto con sus mantillas.

La Virgen ha sido portada por numerosos devotos, guiada por representantes de todas las hermandades y cofradías, en un desfile en el que no han faltado una veintena de jinetes de la asociación ecuestre que lleva el nombre de la patrona. La imagen de El Niño también precedía a la Virgen en este acto, y numerosos niños la han portado con mucha ilusión.

Durante el recorrido se han sucedido varios actos emotivos. Uno de ellos cuando un grupo de niños de Primaria, también vestidos de trajes típicos, ha regalado un baile a la patrona en la calle Larga Baja.

Otro de los momentos más conmovedores ha sido la sorpresa que la mayordoma, Emilia María Pérez, tenía organizada para la Virgen y los casareños. Justo en la puerta de su casa, en el número 15 de la calle Larga, bajo numerosos farolillos decorativos de color blanco, la joven Mari Luz Rey ha bailado una sevillana a los pies de la Virgen. Al son de la música se producía también una lluvia de pétalos. Un regalo que la Emilia María quería hacer a la patrona, para recordar así el 25 aniversario de la mayordomía ostentada por sus padres. A ellos les ha dedicado este acto, con el que muchos de los presentes se han emocionado.

El recorrido, que en todo momento ha estado dirigido por los representantes de la cofradía de la Virgen, ha continuado por la calle Larga Alta hasta el cruce con la travesía de Hernán Cortés. A muchos les ha gustado ver cómo la Virgen atravesaba uno de los arcos característicos de la arquitectura popular casareña. Los costaleros han bajado a la imagen de sus hombros para atravesar este pequeño túnel, sin dificultad. En el cruce de la travesía Gabriel y Galán con la calle Parra, la espontaneidad del vecino Flore Carrero también ha embellecido la jornada. El octogenario ha salido de su casa, acompañado de su mujer, para recibir a la Virgen y cantarle la popular canción Viva la Virgen nuestra patrona, que ha sido coreada por algunos de los presentes.

Por primera vez la Virgen del Prado ha entrado a la parroquia por la puerta lateral, de frente, y ante la atenta mirada de un templo repleto de casareños. Allí aguardaban los niños con sus flores, que han sido ofrecidas una vez que la Virgen ha ocupado su lugar presidencial en el altar. Con el canto de La Salve y varios vivas a la Virgen del Prado se ha despedido el acto de recibimiento.

Mañana comenzarán las novenas y durante estos días el pueblo arropará más aún a su patrona.

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