La plantilla de Correos se reduce al mínimo durante el estado de alarma

Correos sólo cuenta con una cartera que realiza el reparto diario, de las tres que estaban en activo. Desde que comenzó el estado de alarma la compañía activó un protocolo para garantizar el servicio postal básico público, pero con el personal mínimo imprescindible.

Los trabajadores de más de 60 años se consideran de alto riesgo para Correos, por lo que el trabajador que habitualmente está en la oficina ha sido sustituido por otro empleado de la compañía, procedente de Cáceres.

«Entregamos sólo cartas certificadas y correspondencia que llega del extranjero», explica Prado Muñoz, la cartera que se encarga estos días del reparto en toda la localidad.

De hecho, la forma de actuar en las entregas se ha limitado de forma considerable. La cartera debe estar a una distancia de los clientes de, al menos, dos metros. «Dejo el sobre o paquete en la puerta, toco el timbre y cuando salen pido los datos, pero no firman en la PDA para no mantener ningún tipo de contacto», cuenta la trabajadora.

Correos no realiza desde la pasada semana ninguna entrega de grandes empresas, como Amazon o Zalando. Todo ha quedado suspendido para evitar los contagios. «No recibimos ya ningún paquete, de eso se encargan otras empresas de paqueterías», dice.

Pese a la rebaja del personal, el servicio postal funciona con normalidad en el municipio. «Hay mucho menos correo porque los organismos públicos casi no funcionan y muchas empresas están cerradas», detalla.

La cartera realiza el reparto en moto o a pie, utilizando la protección necesaria. Sin embargo detalla que «hasta ayer no recibimos jabón desinfectante, y hace unos días nos llegaron los guantes, las mascarillas las hemos tenido que poner nosotros», cuenta.

La Oficina de Correos también ha reducido la atención al público, y se cierra cada día a las 12.30 horas.