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Sábado, 31 de agosto 2024, 13:16
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Los militares casareños hicieron vitorear anoche el 'Viva España' más fuerte que nunca antes se había escuchado en Casar de Cáceres. Diez casareños que han realizado misiones internacionales desde los inicios de los años 90 fueron anoche los pregoneros de las fiestas del Ramo.
Eran exactamente las doce y veinte de la media noche cuando la alcaldesa Marta Jordán saludó a los centenares de casareños que se encontraban en la Plaza de España. Desde el balcón central del Ayuntamiento, del que ondeaba la bandera nacional, expresó que era «uno de los días más especiales del Ramo», y matizó que lo era más aún por la presencia de los diez militares que la acompañaban. Los nombró uno a uno: Jonás Pérez, Luis Antonio Granado, Luis Miguel Parrón, Jesús Ramón Moreno, Jonathan Jorna, Jesús Fernández, Juan José Tovar, Manuel García, Rubén García, Julio Pedro Ollero y César Augusto Rey.
Dos de ellos, Jonás Pérez y Jesús Fernández, fueron los encargados de dar lectura al pregón. En primer lugar, Pérez agradeció el reconocimiento colectivo que se les había dado y destacó algunas de las misiones organizadas por la ONU, la OTAN y la Unión Europea para contribuir a la paz en países en zonas de conflicto. Se refirió a otras misiones relacionadas con desastres naturales o crisis humanitarias, y recordó el combate de Irak o la reconstrucción de sociedades devastadas como la de Líbano en la que han tenido que participar. «Protegemos a civiles inocentes, tenemos un compromiso con la paz mundial y fomentamos la cooperación y el entendimiento mutuo», clamó.
También hizo un breve repaso por las misiones en las que habían participado dentro del territorio español, como su presencia en Galicia con el hundimiento del Prestige, la vigilancia en las vías del tren con los atentados del 11-M, o con la pandemia de la Covid y la borrasca Filomena.
Por su parte, Jesús Fernández, se centró en «los dos momentos únicos e inolvidables» de la vida de un militar. Según le contó a sus paisanos, uno de ellos es «cuando volvemos a España y nuestros familiares nos están esperando. Sois los verdaderos héroes que estáis detrás de nuestras vivencias». Así quiso resaltar que no es fácil ser familiar de un militar. En nombre de todos sus compañeros agradeció a todos sus familiares su comprensión por sus ausencias que superan, a veces, los seis meses.
Según manifestó, el segundo momento que marca la vida de un militar es «cuando llegamos a nuestro pueblo, al encuentro con nuestras raíces, a nuestro hogar». Tampoco se olvidó del reencuentro con los amigos y vecinos, y la lealtad y compañerismo que les brindan. Anoche esos familiares y amigos les dieron los aplausos más grandes a modo de reconocimiento.
Y con ello se puso fin a su misión conjunta, la de pregonar en su pueblo. No faltaron tampoco vítores de 'Viva Casar de Cáceres' y 'Viva El Ramo'. Luis Antonio Granado tuvo la oportunidad de encender el cohete para dejar inauguradas las fiestas. Y así fue como todo Casar de Cáceres vibró a sus pies.
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