Poco a poco todo vuelve a la normalidad, y este año la festividad de Santiago se ha celebrado con sus actos tradicionales. Ayer culminaron, tras nueve días de novenario, con la procesión de Santiago peregrino por algunas calles.
Habitualmente ésta es la talla que sale a la calle, cargada por hombres y mujeres, y es la de Santiago Matamoros la que se mantiene en el retablo. Según integrantes de la Hermandad, «cuanto menos se mueva mejor, porque se dañaría». Fue restaurada el pasado verano, tras más de dos décadas fija sin ser movida de su retablo.
El acto contó con poco público, pero no faltaron varias decenas de fieles que quisieron acompañar al santo tras dos años de ausencia por las calles Santiago, Avenida Constitución y Larga Baja. El calor de la tarde no impidió acercarse a él y demostrarle devoción.
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