La Semana Santa queda suspendida y las Comuniones de mayo están en el aire

La situación provocada por el coronavirus impedirá que se celebre la Semana Santa casareña. Los desfiles ya quedaron prohibidos en el ámbito nacional, tanto por el Gobierno como por la propia Diócesis. Desde la parroquia señalan que «si la cosa continúa como a día de hoy no habrá ningún culto ni celebración en esos días».

Los casareños se perderán muchos momentos, uno de los más inmediatos el traslado de La Soledad hasta la parroquia, que estaba previsto para el próximo día 25. Las cofradías de la Vera Cruz, del Cristo de la Peña y del Santísimo se quedan paralizadas con todos los actos, que ya deberían estar definiendo sus integrantes.

Todo queda suspendido. El 5 de abril comenzarían los desfiles de la Semana Santa, y la tradicional puja de brazos de las imágenes. Igualmente ocurrirá con las romerías de La Virgen del Prado y de San Benito. «Cuando pase todo, en cualquier mes, se puede asignar un día para celebrar una romería», dice el párroco Luis Vidal Arias.

Otro tema que también preocupa es la celebración de las Comuniones, previstas a partir del 10 de mayo. «Tal y como están las cosas va a ser muy precipitado, cuando se normalice esta situación lo lógico es que la parroquia y las catequistas se reúnan con las familias y se decidan otras fechas para las celebraciones, ahora mismo todo está en el aire».

El Día de Resurrección, 12 de abril, hay previstos dos bautizos, y para los meses de primavera y verano alguna que otra boda. «De momento ninguna familia ha llamado para anularlo, la gente está esperando a ver cómo transcurren los días», explica. Las confirmaciones también están fijadas para mediados de junio.

En este sentido, el párroco señala que «la implicación familiar de las confirmaciones no es la misma que la de las Comuniones, pero desde las parroquias se hablará con las familias para ver en qué fechas se podrían celebrar, quizás en septiembre u octubre»:

A día de hoy, el párroco Luis Vidal Arias mantiene la misa de las siete de la tarde. «Estoy sólo pero en ese rato la iglesia se deja abierta por si alguna persona quiere ir, guardando las distancias que exigen y recomiendan las autoridades sanitarias», cuenta.