La Virgen de los Dolores, del siglo XVIII, recorre varias calles del pueblo tras varias décadas recogida en la parroquia

La imagen de la Dolorosa, del siglo XVIII, ha recorrido hoy algunas calles de la localidad tras varias décadas sin hacerlo. La Cofradía de la Vera Cruz ha sido la encargada de organizar este acto, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de los Dolores.

Tras la misa de las doce decenas de personas, entre ellas, niños y adolescentes han acompañado a la Virgen por algunas calles del municipio. La camarera de esta imagen desde hace tres décadas, María Dolores Dionisio, ha sido una de las primeras en portar a la Virgen. Lo ha hecho acompañada de sus familiares, su hermana, hija y nietos. «Hace 30 años formé parte de la Vera Cruz y le dije a Don Ceferino que si me podía hacer cargo de la Virgen porque era yo quien la limpiaba cada Semana Santa», ha detallado.

Casi nadie recuerda si esta Virgen salía en procesión y cuándo lo hacía. En el recuerdo de algunos octogenarios casareños está el de haber participado en alguna procesión cuando ellos tenían entre 10 y 12 años de edad. Algunas vecinas septuagenarias han confirmado a Hoy Casar que la imagen siempre la han visto en la capilla del Cristo. «La capilla estaba muy oscura y de niña me daba miedo, pero no tengo recuerdo de que esta Virgen saliera en procesión», ha apuntado Macu Mena.

Desde entonces la imagen ha permanecido en la capilla del Cristo, y su talla estaba bastante deteriorada. Por ese motivo los integrantes de la cofradía de la Vera Cruz contactaron con un taller de restauración y pidieron la colaboración del pueblo. Hoy el párroco, Ángel Maya, ha aclarado que gracias a esos donativos el brazo que tenía desprendido y otros muchos arreglos internos ya han sido subsanados. Las ayudas aportadas también darán para restaurar la corona, a la que se le dará un baño de plata. «Faltaría algo de dinero para reparar el gran corazón con las seis espadas que lleva en el traje a la altura del pecho. La idea es incluir la séptima espada que desde hace años no figura junto al corazón. «No es de las vírgenes más populares pero tiene una cara muy bonita», ha precisado el sacerdote.

Ella ha sido hoy el centro de todas las miradas, y los casareños han descubierto incluso que esta imagen lleva botas pintadas de color marrón. Ya de vuelta a la parroquia, algunos curiosos le han alzado su vestido para comprobar lo que los integrantes de la Vera Cruz le habían comentado durante el recorrido.

También los trabajos de investigación del colectivo de la Vera Cruz han hecho recuperar la vestimenta de la Virgen, que estaba repartida por distintos lugares del municipio. En una fotografía que se realizó a finales de los años 80 para el recordatorio de un difunto aparece la Dolorosa con el corpiño más escotado que actualmente. Ahora el vestido le cubre todo su cuerpo hasta el cuello.

Durante el recorrido por las calles Iglesia, Gabriel y Galán, travesías Hernán Cortés y Martires, Barrionuevo Bajo, Travesía de Portugal, Plaza de España, Avenida Constitución y Plaza de la Llanada. Muchos vecinos han visto pasar a la Virgen desde la puerta de sus casas, y otros la han esperado en la Plaza del Ayuntamiento para verla salir por el arco que cruza la travesía de Portugal.

Con el repicar de las campanas la Virgen ha llegado a la parroquia, pasada la una de la tarde, y muchos de los asistentes han manifestado su agradecimiento a los organizadores por llevar a cabo este encuentro.