

Con un canto de La Salve han despedido los casareños hoy a la patrona antes de partir hacia su ermita, tras permanecer diez días en la localidad. En la parroquia se ha oficiado una misa a las once de la mañana, tras la cual los devotos la han arropado caminando hasta la Plaza de los toros, y desde allí la han visto partir hacia su santuario.
Junto a su ermita aguardaban otros casareños para recibirla y entrarla junto a la imagen del Niño. Delante del altar ha permanecido rodeada de flores toda la jornada, con decenas de velas encendidas, y con canciones que le han cantado varias devotas.
A la una del mediodía se ha realizado otra misa, a la que han acudido numerosas personas. La cofradía de la Virgen del Prado ha aprovechado la presencia de público para poner a la venta los artículos con la Virgen de protagonista.
La segunda romería del año a la Virgen ha estado concurrida, y a esta cita tampoco han faltado los caballistas, pese a que ayer celebraron su día de hermandad con aficionados de otros pueblos.
Como manda la tradición, los casareños han disfrutado de una jornada de campo tranquila, en compañía de familiares y amigos.
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