Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Domingo, 22 de septiembre 2024, 17:52
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
La Virgen del Prado salió ayer de la parroquia para la celebración del segundo día de novenario junto a la ermita de Santiago, lugar en el que se instaló un pequeño altar. Se trataba de un acto que por primera vez sucecía en la localidad y que organizó la nueva Junta Rectora.
A las siete y media de la tarde la Virgen cruzó la puerta de la parroquia, portada por varios jóvenes. La banda municipal de la localidad aguardaba a la salida para interpretar el Himno de España. Junto con la Coral Cynara también se pudo escuchar el tema de 'Viva la Virgen'.
El encuentro, al que asistió un buen número de personas de distintas edades, discurrió por las calles Iglesia, Gabriel y Galán, Travesía de los Mártires, Barrionuevo Bajo, Villuercas y Larga Baja. La patrona lució para la ocasión el manto que el pueblo le regaló hace más de medio siglo. La elección del manto la realizó el sacerdote que ejercía en aquel momento en la parroquia, Don Juan Paniagua, junto con otros tres casareños. «Se fueron a un taller a Sevilla con el taxista del pueblo, llevaron el bordado de oro de otro manto que tenía de terciopelo rojo, aunque tuvieron que añadir mucho más bordado, y ellos eligieron cómo iba a ser», explicó Toñi Ordiales, una de las camareras de la Virgen a Hoy Casar. En la parte de atrás se le bordó el escudo de la localidad, como homenaje a los casareños que habían aportado donativos para su confección. Durante un tiempo el manto quedó expuesto en el escaparate de una antigua tienda de ultramarinos en la Avenida Constitución.
Hoy día las mujeres de mayor edad lo conocen como «el traje bueno» de la Virgen, debido a la gran calidad de la tela. Otros devotos se refieren a él como «el traje del pueblo». Junto con el cambio del manto también se estrenaron las nuevas andas, de mayor tamaño. En 1988, el día de su Coronación, la Virgen usó este traje. «Fue Don Ceferino de las Heras quien sugirió que el manto estaba nuevo y no era necesario comprarle ninguno», puntualizaron las actuales camareras. La camarera de aquel entonces, Antonia Ordiales y su hermano, también le regalaron la corona a la patrona.
En su traslado hasta Santiago, la patrona se detuvo en la puerta de varios hogares, especialmente de los más longevos y enfermos. Sus portadores la colocaron frente a quienes aguardaban su llegada. Los afortunados a los que la Virgen se dirigió con su mirada agradecieron el gesto.
Ayer las calles también se engalanaron. Se retiraron los coches y los vecinos mostraron sus mejores sábanas, colchas y mantos sobre sus balcones. También se colgaron banderines de colores. «No siempre se puede ver a la Virgen pasar por tu calle», expresaron.
La misa y novena tuvo lugar en la explanada de Santiago, con gran presencia de público. El coro joven de la parroquia embelleció el acto con sus temas. El regreso se produjo ya de noche, por la calle Larga Baja, Plaza de España y Avenida Constitución. El novenario continúa hoy en la parroquia hasta el próximo sábado.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.